Llegaba  a su fin el año 1962 y uno de mis tíos que residía en la capital de Cuba, La Habana, vino a visitarnos a  nuestro pueblo en el centro de la isla y trajo  consigo su ultimo  "juguete". Yo estaba a punto de cumplir mis 12 anos de edad, había  incursionado en la construcción de algunos planeadores sin mucho éxito y solo  sabia de modelos que volaban con un motor de verdad por las revistas de  "comic" que eran anunciados en su contraportada por "Cox".
					      
				        Mi  tío no perdió tiempo en invitarme al campo de béisbol donde podríamos volar  aquella maravilla de avión llamado "Viene", fabricado en la entonces  RDA  (República Democrática Alemana) con  un pequeño motor "Jena I" diesel de 1   cm. Cúbico. Me quedé admirado al ver como mi tío  arrancaba fácilmente el motor y tomaba la manija, mientras yo sujetaba el  modelo y me indicaba que lo soltara. Pero mi admiración fue aún mayor cuando  por primera vez vi como el modelo se remontaba al cielo y bajo la experta mano  de mi pariente subía y bajaba en el aire y finalmente aterrizaba sin sufrir  daño.
				        Como  era su nuevo juguete no conseguí de el que me lo regalara o vendiera en ese  momento, pero si la promesa que para el verano del año entrante, él tendría uno  idéntico para mi que yo recogería cuando fuese de visita a su casa en la  capital.
					    Esos  primero 6 meses del año 1963 duraron una eternidad. Yo guardé hasta el último  céntimo que me fue regalado por parientes y amigos, amen de iniciar mi propio  negocio de fabricación y venta de papalotes (*) que a la postre rindió algunos  beneficios económicos que yo destinaría al nuevo descubrimiento.
					    Finalmente  llegaron las vacaciones de verano y yo me fui a la capital. Ahí mi tío tenia  listo para mi un "Viene" con todo y el motor listo para volar. Ya mi tío  había pasado a volar modelos mas potentes como los "Ringmasters" y  "Chieff", y ese domingo que estuve en su casa me llevo a la  "Ciudad Deportiva" lugar donde se reunían todos para volar los  modelos de controline. No descansé, hablé como loro con todo el que me quiso  contestar las mil y una preguntas que tenia en mi mente, pero no me atreví a  volar mi avión, eso vendría después. Lo más importante era aprender rápido todo  lo concerniente a fabricación, reparación y vuelo teórico. Y así antes de  regresar a mi hogar fuimos a la única tienda de hobby que quedaba en La Habana, "El  Aficionado",  donde compré hélices de repuesto, dope, papel etc.
					    De  regreso en mi pueblo preparé todo el equipo para mi debut como piloto. Uno de  mis amigos del barrio accedió a prestarme su ayuda y a la mañana siguiente mi  amigo y yo estábamos sentados en el césped del estadio de béisbol antes que  despuntara el sol. En cuanto la visibilidad fue buena para ese primer vuelo  arranqué mi "Jena I" como si toda la vida lo hubiese hecho, corrí hasta la manija  con el corazón en la garganta y señale a mi amigo que soltara sus manos del  modelo y este corrió limpiamente por el corto césped y se remontó al cielo. Yo  había practicado todo lo concerniente en "seco" en mi imaginación,  y poco a poco me fui calmando y ya mi modelo volaba "expertamente"  comandado por mi novata mano. Finalmente el motor se detuvo y lo posé  suavemente de nuevo en la hierba. La emoción era increíble, y mi amigo daba  saltos y decía "¡como vuela!, ¡que lindo!, ¡como aprendiste eso!",  etc. etc.
					    Pronto  comencé a realizar todas las maniobras que aquel modelo podía hacer, también  comencé a romperlo y repararlo, y a fabricar otro igual, y a buscar un motor  mas grande. Al "Jena I" le siguió el "Yin Yan" (Gaviota Azul) de 2.5 cm3. y mas tarde  el "Jena 15" también de 2.5cm3. Estos fueron mis tres primeros motores, los dos  últimos fueron el siguiente escalón de la interminable escalera que comencé a  subir en 1963 y que aun no termina. 
					    Salí  de Cuba en 1980 y mas de veinte años después regresé. Le había pedido a un  amigo que me guardara algunas cosas, no pensé que por tanto tiempo, pero el  cumplió y a mi regreso recuperé esos tres motores que son los únicos que  conservo de esa etapa de mi vida de aeromodelista, el "Jena I", el "Jena 15", y el  "Yin Yan", así comenzó mi historia de aeromodelista.